La innovación de Dow y BASF ofrece evidentes ventajas económicas y ambientales en relación a las tecnologías convencionales de producción de Óxido de Propileno (PO). Un Análisis de Ecoeficiencia, llevado a cabo conjuntamente en 2007, demostró que el nuevo proceso HPPO reduce el consumo de agua entre el 70% y el 80% y el de energía en el 35% aproximadamente, en comparación con los procesos convencionales. Además, la inversión en una planta de tecnología HPPO requiere un 25% menos de capital que las convencionales, en cuanto que exige menores infraestructuras, menor superficie y materias primas más simples.

En palabras de Neil Hawkins, Vicepresidente de Sostenibilidad, Medio Ambiente, Seguridad y Salud de Dow, “Consideramos que para solucionar los retos globales se precisa la conjunción de dos factores muy importantes: Innovación y Colaboración. Para garantizar un futuro sostenible se precisarán nuevas tecnologías y la cooperación de las empresas con gobiernos, ONGs y otras instituciones”.

Por su parte Stefan Deibel, Vicepresidente de la División de Poliuretanos de BASF, afirmó “estamos muy orgullosos de este ejemplo extraordinario de Investigación y Desarrollo. Esta modernísima tecnología combina éxito económico con mejores rendimientos ecológicos”.

En 2008, en el centro de Amberes de BASF, ambas empresas pusieron en marcha la primera planta de producción a escala industrial basada en la tecnología HPPO. En la primera mitad de 2011 se prevé la puesta en marcha en  Map Ta Phut (Tailandia) v de una segunda instalación, basada en la misma tecnología.


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